domingo, 21 de agosto de 2016

Re-thinking oil: compensation for non-production in Yasuní National Park challenging sumak kawsay and degrowth

Comparto la publicación de mi artículo publicado en  Sustainability Science. DOI 
10.1007/s11625-016-0389-x. 

Abstract
The Yasuní-ITT Initiative was an innovative development proposal based on the non-production of oil in Yasuní National Park in Ecuador, in exchange for international compensation, eitherin the form of direct payment or payment for environmental services. My aim is to investigate how the different actors understand this compensation for non-production of oil in Ecuador, an oil dependent country. Using a chronological review of the Initiative and forty in-depth interviews with key players, I critically engage the ‘environmental narrative’ around the Initiative inspired by sumak kawsay -a philosophy of life based on non-mercantilist values, known as “well living” in English or “buen vivir” in Spanish- and degrowth. In this article I argue that understanding the Initiative as an environmental matter and not as a problem of oil rent dependency exemplifies the limits of sumak kawsay and degrowth as proposals for an alternative to development. Results from Yasuní show that the Initiative ended up reproducing the fictions of nature valuation instead of de-linking nature from the valuation process. By drawing on a critical political economic framework, this paper shows that categories such as “dependency” and “rent” are fundamental in understanding the challenges of moving away from extraction-based development in developing countries. In summary, failing to differentiate between payment for the non-production of oil and compensation from the environmental services, Yasuní was a ´lost ‘opportunity for a bottom-up debate on what to produce and what not.

Keywords

Sumak kawsayDegrowthYasuníNatureRentDependency non-production of oil

Disponible en:
http://link.springer.com/article/10.1007/s11625-016-0389-x?wt_mc=Internal.Event.1.SEM.ArticleAuthorOnlineFirst


"El extractivismo en América Latina, un imperativo de ida y vuelta'

Comparto mi artículo escrito con Cristina Bastidas: "El extractivismo en América Latina, un imperativo de ida y vuelta' en: https://entitleblog.org/2015/04/23/el-extractivismo-en-america-latina-un-imperativo-de-ida-y-vuelta/

Puede Gudynas salvarse del colonialismo simpático?

Comparto unas reflexiones: Puede Gudynas salvarse del colonialismo simpático?

https://lalineadefuego.info/2015/11/10/puede-gudynas-salvarse-del-colonialismo-simpatico-por-lucia-gallardo/

viernes, 13 de noviembre de 2015

¿Puede Gudynas salvarse del colonialismo simpático?



Por Lucía Gallardo
Cuando Gudynas intenta llamar la atención del intelectual marxista David Harvey, calificando su producción teórica como  ´colonialismo  simpático´, me pregunto si lo que insinúa Gudynas es que la ´realidad´ latinoamericana solo puede ser entendida desde la producción teórica latinoamericana. Entonces intento una segunda aproximación,  ¿pueden los pensadores latinoamericanos salvarse del colonialismo simpático? ¿Es posible trascender el colonialismo intelectual con visiones domésticas, parroquiales, culturalistas como las que nos insinúa el activista uruguayo?
Para entender Latinoamérica hoy, dice Gudynas, hay que entender el extractivismo. ¿Qué es el extractivismo para Gudynas? Si como afirma el autor, se trataría de la extracción intensiva o a gran escala orientada a la exportación sin procesamiento industrial, generalmente para enriquecer a transnacionales; el concepto no sería nuevo en absoluto. Las economías latinoamericanas han sido extractivistas desde la época de la Colonia y el desarrollo como estados - nación se ha consolidado a partir de su calidad de economía primario exportadoras- (caucho, banano, café, cacao, minerales, petróleo). Es el extractivismo una categoría económica, social, cultural?  Esto es importantísimo entender. Para luego preguntar ¿dónde está el Capital en el término del extractivismo de Gudynas? Mi apreciación es que el término extractivismo no está pensándose como una categoría económica sino como un concepto cultural-ambiental. Aquí sus límites.
Lo que los textos de Gudynas no plantean es justamente lo que la crítica marxista hace con una precisión de cirujano: la forma del Capital, la ontología del Capital, su funcionamiento. Y en este sentido, nos guste o no, las categorías conceptuales de Marx, judío - alemán,  y de Rosa Luxemburgo judía - polaca  son fundamentales, so pena de no ser producciones latinoamericanas. La dialéctica de ambas obras nos diría que es en el Capital y no en el estado donde está el problema de la intensificación de las actividades económicas basadas en la apropiación y reproducción de la renta extractivista. Nos ayudarían a salir de esta especie de creencia que de que el sujeto del cambio social es el estado; cuando de lo que se trataría es de superar al capital y superar al estado.
Recuerdo que en una reunión en el convento de San Agustín en Barcelona en el otoño del 2014, pregunté a Gudynas ¿qué podría decir hoy Rosa Luxemburgo a Latinoamérica con respecto a la renta? Gudynas contestó que no había tenido tiempo de leer a Luxemburgo y por tanto, no sabía muy bien si ella (Luxemburgo) había hablado del proceso de acumulación ampliada. Por supuesto nadie está obligado a leer el libro de la autora titulado La acumulación del capital, de 1913, --que seguro Harvey estudió para desarrollar su concepto de acumulación por desposesión--, pero si no lo hemos leído difícilmente entenderemos que el Capital en su forma de plusvalía se realiza en el proceso de acumulación ampliada (una categoría olvidada en los trabajos de Gudynas), aunque la plusvalía se forma en la esfera de la producción (el problema de la apropiación de la naturaleza), de ahí que no pueda desconectarse la apropiación de la naturaleza del proceso de acumulación ampliada, el rol de la naturaleza en la esfera del capital. 
El estado latinoamericano de hoy, por una serie de medidas políticas, institucionales e incluso geopolíticas -muchas no solo legítimas sino también necesarias-; se está apropiando de un porcentaje más amplio de la renta/capital. Es decir, de la renta no como un simple pago sino como plusvalía o la renta en su función de plusvalía. Esta es una dinámica distinta, muy poco entendida y estudiada. ¿Qué se están jugando los proyectos de gobierno a través de esta especie de redistribución global de la renta? Latinoamérica de Ecuador o Bolivia se estarían disputando la apropiación de la ganancia extraordinaria proveniente del comercio internacional de la naturaleza, en su forma de capital, en su forma de mercancía. Aquí nos situamos en el límite de lo político para transformar la realidad económica, debido a la forma capitalista de producción. 
Sin embargo, estos límites están ahí para entender mejor ésta realidad, para emanciparnos de la forma capitalista, es decir de la ´relación´ capitalista, qué es de lo que deberíamos discutir cuando discutimos el tema del extractivismo. Esto nos obliga a pensar en el concepto desde la economía, único lugar para la viabilidad de cualquier proyecto político. Es momento que pensemos en el extractivismo en el marco de la necesidad de una transición, de qué y cómo hacerla, ¿Qué temas son relevantes en esta disputa académicamente?.
Adicionalmente, se requiere entender que la función social de la renta extractivista hoy, no es la misma que hace dos o tres décadas. Los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Perú de hoy no son los mismos que los neoliberales de los noventa. El rol de la renta extractivista en las dictaduras de ayer no funcionaron igual en Bolivia o en Ecuador. Estas diferencias son importantes. Aunque mantengamos una estructura de capital dependiente que determine los límites de nuestras economías y de los estados para desconectarse del proceso de producción ampliada; los márgenes, las formas en que ésta dependencia se manifiesta en lo local son diferente. La configuración y organización del agro, de la Amazonía son distintas. La forma en cómo se configura y organiza la resistencia, los pueblos afroamericanos, los pueblos indígenas, el campesinado, la burguesía, la clase capitalista no son las mismas, aunque denominemos a todos pueblos indígenas, las diferencias pueden ser abismales. Estas realidades están atravesadas por las condiciones políticas de cada país, por los sujetos de esas historias, por sus distintas luchas.
 El rol y las resistencias al extractivismo en cada uno de estos países es diferente, de ahí que resulte ocioso simplificar la realidad latinoamericana  insinuando que el problema de  la renta extractivista es un problema  del estado y de los gobiernos ´progresistas´, Me pregunto dónde está la derecha conservadora, las empresas nacionales y transnacionales que presionan por la consolidación del monopolio capitalista en la forma de organización social en nuestra crítica? Hay que visibilizar a la derecha y sus discursos para que los nuestros no se vayan aproximando a ellos en el debate sobre la naturaleza.
Además, la etiqueta de gobiernos ´progresistas´ también parece una calificación precipitada. Si revisamos sus planes de gobierno y sus políticas de planificación, pues desde sus inicios, sus agendas no se plantearían el tema del desarrollo y la dependencia como un problema de relaciones de producción. La ambigüedad de estos gobiernos no estaría en que un día fueron progresistas y ahora no. Sus planes de gobierno nunca plantearon una transformación de las relaciones de producción, de la forma social en la que nos organizamos para producir. Sus políticas no se han planteado confrontar ´la´ relación  capitalista. Lo que sus propuestas ofrecían era una necesaria y justa  redistribución de la renta capitalista plusvalía y de la ganancia  (ganancia y plusvalía no son la misma cosa). Lo que ahora está en disputa en Ecuador por ejemplo,  es la posibilidad de un capitalismo keynesiano, con ciertos correctivos, con ciertas mejoras, pero nada más. Ahí están sus límites y su ambigüedad.

Finalmente, ¿la academia necesita acercarse a la producción teórica latinoamericana? Absolutamente de acuerdo, pero me temo que no sería a través de Gudynas que nos emanciparemos del colonialismo del saber.  Quizás lo que el autor intentaba decirnos con eso de ´colonialismo simpático´ es que para entender la complejidad de los procesos de transformación social en Latinoamérica es fundamental adentrarnos a los trabajos de Mariátegui, Agustín Cueva y sin lugar a duda Bolívar Echeverría, aunque irónicamente  estos nombres brillen por su ausencia en los textos de Gudynas.  El post-extractivismo de Acosta, Maristella Svampa, y Escobar sin duda han aportado en el debate sobre modelos de desarrollo distintos al modelo extractivista, han abierto caminos, han dado señales; pero esto no es suficiente. Se requiere radicalizar estas producciones académicas y situar su crítica en la crítica al Capital, que sigue siendo hoy central para cualquier proceso de emancipación política.

jueves, 16 de abril de 2015

EL EXTRACTIVISMO EN AMERICA LATINA: UN IMPERATIVO DE IDA Y VUELTA

                                                                                
    Cristina Bastidas y Lucía Gallardo
Murió Eduardo Galeano y las venas de América Latina siguen abiertas. América Latina continua ofreciendo sus venas a veces en forma de petróleo, minería y otras ‘commodities’ para que este modelo civilizatorio llamado capitalismo mundializado siga nutrido. El Seminario convocado bajo el título: El Imperativo Extractivista en América Latina, celebrado en la Haya – Holanda fue una interesante experiencia para debatir sobre uno de los problemas fundamentales de nuestra región: el neoextractivismo latinoamericano.

En el seminario, el caso ecuatoriano concentró gran parte de la reflexión y del debate. El proyecto minero Mirador en la Amazonía Sur y principalmente el caso de Intag fueron los emblemáticos y preferidos para muchos investigadores, académicos, activistas.  La arbitraria detención de Ramírez ha sido debidamente cuestionada. Sin duda, lo que sucedió en Intag es un síntoma de que las cosas no se están haciendo del todo bien en el tema minero. El gobierno de Correa, que durante más de siete años ha recibido la voluntad legítima y democrática de la mayoría de ecuatorianos podía generar otras condiciones para el debate.  Allí donde el poder se ha ejercido por vía de la fuerza y no de la legitimidad, una batalla se ha perdido.

Varias narrativas han  configurado el campo desde donde se analiza el neoextractivismo latinoamericano.  El estudio de  Intag o de Mirador o del Yasuní –lugares comunes del abordaje han sido analizados desde dicotomías que oponen  conservación al desarrollo: ‘la vida o el petróleo’; ‘dile sí a la vida y no a la minería’.  Sin embargo, nosotros planteamos estudiar el tema desde una ambigüedad mayor que no está necesariamente bien analizada: impulsar la transición hacia un nuevo modelo de desarrollo cuyo pilar fundamental es la inversión social, sin plantearse en el camino una transformación de los medios de producción. Es decir, una transformación de la forma social/material a través de las cual nos organizamos para producir.

El ecologismo presente muchos análisis y en gran parte de las presentaciones del Seminario de la Haya - salvo excepciones- tiene serias limitaciones para entender este dilema. Nuestra crítica a las visiones imperantes sobre lo que se ha denominado el imperativo extractivista latinoamericano se organiza bajo dos aspectos fundamentales: por un lado, una visión limitada de la democracia ligada al derecho a la resistencia y la autoderminación  y por otro lado la falta de herramientas analíticas como la economía política para abordar el problema.

Desde la vía democrática, el movimiento de los derechos de la naturaleza y el ecologismo anti-extractivista, especialmente en Ecuador, entienden la democracia tan sólo como el derecho a resistir y a la autodeterminación de los pueblos nativos sobre el territorio, como si la democracia se redujera a un conjunto de autodeterminaciones. Su labor pedagógica como movimiento, en una sociedad cada vez más consumista, es evidentemente limitada, también su capacidad de acción colectiva para entrar en el campo de la política. Sus acciones parten  de dilemas falsos que tienden a oponer el estado con la sociedad, como si en la actualidad tendríamos estados autoritarios y sociedades ecologistas. Nada más alejado de la realidad, bastaría dar una mirada a los datos de aceptación de los gobiernos a los que más se cuestiona o a los cambios en las pautas de consumo latinoamericano. En democracia, ellos deben necesariamente, entrar en diálogo con otras opciones y visiones de desarrollo presentes no sólo en los proyectos políticos vigentes sino en las sociedades mismas.  Si quieren incidir en el campo de la política, están “condenados” a debatir, organizar, educar, convocar y el ecologismo actual carece de dichas posibilidades, su construcción mira más a las limitaciones de quienes ejercen el poder que a la sociedad y sus posibilidades colectivas.

Desde el lado de la economía política parecería que el extractivismo no es visto más como una  categoría económica. Es decir, situado en el campo de la producción, donde las economías primario exportadoras son dependientes de la ‘renta’ extractivista. Muy poco se habla de capitalismo y de la renta en los nuevos análisis y mucho menos de la relevancia de ella para la planificación del desarrollo de América Latina donde todavía hay problemas de desnutrición infantil, deserción escolar por factores económicos o mortalidad materna, etc. Parecería que superar el extractivismo en América Latina es la estrategia que resolvería la crisis ambiental mundial y con ello también las grandes disparidades del desarrollo.   

El paradigma dominante del que se habló en el seminario de la Haya iba, en general,  una sola vía: “América Latina es más extractivista hoy”, “incluso más que en épocas del neoliberalismo” EI imperativo extractivista latinoamericano sería,  desde nuestro punto de vista, solo el reflejo de un imperativo aun mayor: la demanda creciente de ‘commodities’. Si el imperativo quisiese estudiarse como consecuencia de la exacerbación del capitalismo y no solamente como causa del deterioro ambiental, entonces entraría en la mesa de discusión el incremento en el uso de energía y materiales y en la producción creciente de desechos –incluidas las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero- y el análisis se tornaría más completo.

Así que el gran desafío actual  será intentar salir de la visión reducida a la conservación y la autodeterminación para entender también la dinámica del comercio internacional y la democracia deliberativa y organizativa.  En este sentido, el seminario evidenció unas tensiones irresueltas en el debate cuyo foco de atención, en un mundo globalizado,  siguen siendo los estados-nación. Obviamente, algunos análisis presentados en el seminario,  intentaron superar la mirada domestica de la exigibilidad del derecho a la resistencia  y situar el problema en la complejidad del proceso, sus aristas, sus contradicciones y aciertos. Interesantes, en este sentido, fueron las propuestas de romper con la inequidad en la distribución global de la renta extractivista a escala global, las estrategias de compensación a la no producción o  el estudio presentado sobre la cadena productiva del carbón colombiano  y el papel de Holanda o Turquía como sus principales mercados de consumo. Pocos de  los análisis reconocen el rol de los derechos sociales como elementos fundamentales para pensar la transición de la matriz de desarrollo vigente.  

Nuestra invitación para pensar en el “imperativo” es entenderlo como parte de una realidad más amplia: la dinámica de las cadenas productivas, las mutuas determinaciones entre producción y consumo, el rol de las economías dependientes en el proceso de acumulación del capital, el papel de Europa en la expansión de las fronteras extractivistas y la necesidad de los derechos sociales y las inversiones en educación, salud, infraestructura que permitirán pensar en otro modo de producción latinoamericano.



            

martes, 10 de diciembre de 2013

Los nuevos confinamientos del saber: La propiedad intelectual y las nuevas biotecnologías

Liberar el saber de la esfera de la propiedad intelectual y situar el debate sobre la re-apropiación social del conocimiento en la esfera de la producción social. Situar el debate en las relaciones de poder y de dominación y abrir otras posibilidades de protección a los saberes locales. Un artículo que pese a que fue escrito hace muchos años, reflexiona sobre el vinculo entre la patente y el poder. Se urge actualizar este debate ahora que estamos discutiendo los contenidos de la futura economía del conocimiento.http://www.estudiosecologistas.org/docs/reflexion/mercantilizacion/nuevos_confinamientos.pdf

NECESITAMOS DESOBEDECER LA PATENTE!!!!


Sobre la NECESIDAD DE DESOBEDECER LA PATENTE ..... HACIA UNA NUEVA ECONOMIA DEL CONOCIMIENTO.

Aquí un análisis sobre las implicaciones sociales y económicas de los derechos de patentes sobre la producción de genéricos. En el estudio se intenta demostrar que pese a que la propiedad intelectual pretende hegemonía sobre el control de la producción de conocimiento existen márgenes para impulsar la producción de genéricos y DESOBEDECER las patentes. El trabajo se realizó hace casi 10 años pero resulta útil sus argumentaciones a la hora de diseñar la nueva economía del conocimiento en Ecuador